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Sexo anal y las posiciones más recomendadas

El sexo anal es una de las prácticas sexuales que más intimida, fundamentalmente si ninguna de las personas que conforman la pareja posee experiencia previa.

Consideraciones previas

Esto sumado a la falta de información y a la reticencia a tratar la temática por considerarse “tabú”, especialmente en hombres heterosexuales, deriva en malas experiencias al intentar mantener coito anal y en ocasiones, ya no se vuelve a intentar por temor o inseguridad. Más aún si la mala experiencia se vincula con situaciones dolorosas corporalmente.

La realidad demuestra que, aún para quienes alardean tener vasto conocimiento en materia sexual refiriendo múltiples experiencias y encuentros sexuales diversos; el sexo anal continúa siendo un desafío y existe un terreno aún por conocer, privándose así del disfrute que puede proporcionar el coito anal. 

La pareja

En las parejas heterosexuales, el sexo anal generalmente simboliza un grado de compromiso y de confianza alto, que no siempre se concreta. Es necesario remarcar que esto es acordado por las pautas de la propia pareja, no todas las personas en su individualidad desean mantener relaciones sexuales anales y no se vincula con falta de comrpomiso con la relación afectiva.

Considerando a estas parejas que sostienen flexibilidad y apertura a esta práctica sexual, es común que uno de los obstáculos principales sea dar el primer paso.

Cuando se supera esta fase y se acuerda el encuentro sexual anal, una nueva faceta de placer se abre paso en la pareja y en cada integrante de forma personal.

Incluso las características del sexo anal permite que las personas que lo practican en sus encuentros sexuales, tengan mayor experiencias orgásmicas. Esto se debe a que los “juegos” preliminares suelen ser más extensos e intensos y se estimula más de una zona erógena al mismo tiempo.

Las posiciones más recomendadas

Para poder  disfrutar y brindar placer a la pareja a través del coito anal, se sugieren ciertas posiciones que incluso aquellas personas que no lo han practicado con anterioridad encontrarán sencillas de llevar adelante y con bajas probabilidades de experimentar dolor en la zona.

Posición “Cara a cara”

Esta posición sexual aporta un plus al momento, toma un rol protagónico la intimidad y la conexión con la pareja durante el sexo anal.

Si el romance es crucial para el encuentro sexual de la pareja, ésta es la posición adecuada.

En esta postura, la persona penetrada es quien lleva el ritmo y realiza los movimientos para la penetración. Así, quien penetra y se encuentra sentada, tendrá las manos con la libertad de explorar y estimular el cuerpo de la pareja, activar otras zonas erógenas e incrementar de este modo las sensaciones de placer.

Se considera que esta postura realza la intimidad, dado a que permite sostener contacto visual, contemplar gestos de la pareja durante el coito, añadiendo un plus de excitación que se complementa con el placer físico del encuentro sexual. También facilita el poder murmurar frases, palabras que a la pareja le resulten estimulantes y así jugar con los sentidos para una experiencia plena.

Posición “Cucharita”

Es una de las posiciones más elegidas y afortunadamente también es ideal para el sexo anal. Por lo general está asociada con la ternura y expresión de afecto, ya que se percibe la calidez corporal y hay una cercanía total entre los cuerpos.

La relajación es protagonista en esta postura, por lo que la penetración será más sencilla que en otras posiciones.

Es una posición que admite sin dificultades la utilización de elementos como vibradores, que nutre el placer y facilita que ambos alcancen el orgasmo.

Tal como se ha indicado, es necesario utilizar una buena lubricación y que el pene (o juguete sexual) se introduzca poco a poco hasta lograr la penetración completa. 

Posición “El perrito”

Esta es la posición sexual más vinculada al sexo anal, por su comodidad y facilidad de práctica.

Se trata de la posición ideal si no se ha practicado previamente o si se ha mantenido encuentros sexuales anales negativos con anterioridad.

Aún así, por ningún motivo se debe iniciar la penetración de forma brusca. Sino que se debe comenzar con una extensa ronda de preliminares, incluso experimentando con juguetes específicos para el sexo anal y emplear lubricante, esto es básico e indispensable.

Es posible realizar variaciones a esta postura con el objetivo de volverla aún más cómoda para la persona penetrada. En este sentido la experta en sexología Jessica O'Reilly plantea una modificación en uno de sus libros (“The New Sex Bible”), la cual implica que ambos integrantes de la pareja se posicionen de rodillas, con piernas separadas y que la mujer (en caso de pareja heterosexual) controle los movimientos, al mismo tiempo que se estimula el clítoris.

Esta variación le brindará mayor seguridad y control de la experiencia, lo que facilitará un disfrute con tranquilidad y percibir las sensaciones placenteras que promuevan alcanzar el orgasmo.

Posición “La vaquera”

Esta posición es de muy baja complejidad, aún para quienes sean neófitos en la materia. Consiste en modificar levemente la posición “vaquera” tradicional (coito vaginal); es decir quien penetra en postura boca arriba y quien la recibe se monta posicionando el ano para la penetración.

Quien se posiciona arriba, es la persona que mantiene el control del momento, marcando el ritmo y la profundidad de la penetración. Resulta especialmente beneficiosa si aún no se ha experimentado hasta el momento en el sexo anal

Posición “Perrito tumbado”

Esta posición es totalmente cómoda y fácil para las primeras ocasiones en las que se practica sexo anal, sin olvidar que son fundamentales los preliminares.

Resulta sencilla poder relajarse y concentrarse en la sensación de placer y en la conexión del momento.

Una de las formas recomendadas para facilitar la penetración y la estimulación de los genitales en esta postura, consiste en colocar una almohada en la zona del vientre para elevarse. También es una posición ideal para que la mujer pueda hacer uso de un vibrador que estimula el clítoris para incrementar el placer. Además de estas sugerencias, es elemental conocer el propio cuerpo y el de la pareja y acordar la exploración sexual sin temer al sexo anal.

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