¿Cómo puedo experimentar el sexo anal sola?

Aunque rara vez se aborda el sexo anal sola, es algo bastante común y apreciado por muchas personas. Aunque la masturbación suele asociarse con la estimulación individual de los genitales femeninos y masculinos (vulva, vagina y pene), el placer sexual abarca todas las partes del cuerpo que te satisfacen, incluyendo el ano, el recto y sus alrededores.

sexo anal sola

Tanto los genitales como el ano (y otras zonas corporales como el cuello, la espalda y los muslos) contienen numerosas terminaciones nerviosas, lo que hace que la estimulación de estas áreas resulte placentera para muchas personas.

En lo que respecta a la autoestimulación, la elección es tuya: tienes total libertad para brindarte placer donde y como prefieras, siempre y cuando no te causes daño ni dañes a otras personas. Por ejemplo, muchas personas con pene disfrutan estimulando la próstata, ya sea con los dedos o juguetes sexuales internos o externos, experimentando orgasmos muy satisfactorios. Por esta razón, la próstata a veces se denomina el "punto G" masculino o el "punto H" / "punto P".

Sin embargo, no solo las personas con próstata disfrutan de la autoestimulación anal; muchas personas con vulva y vagina, independientemente de su género, también experimentan placer y orgasmos al estimular esta área.

En términos generales, hay dos enfoques para experimentar el sexo anal sola:

  1. Utilizando manos y dedos para estimular la región, ya sea tocando, acariciando, masajeando, aplicando presión o introduciendo uno o varios dedos en el recto. Es fundamental usar lubricante y lavarse las manos antes de comenzar. Si lo prefieres, puedes cubrir tus dedos con un condón o protector de dedos.
  2. Empleando juguetes sexuales u otros objetos, que vienen en una amplia variedad de estilos, tamaños y materiales. Puedes usarlos para acariciar, masajear, aplicar presión, aprovechar la vibración dentro y fuera del ano, así lograr diferentes niveles de penetración. No olvides lavar tus manos, usar lubricante y mantener tus juguetes sexuales limpios. Si tienes una vagina, evita cambiar un juguete del ano a la vagina sin limpiarlo a fondo o cambiar el condón, ya que esto podría causar una infección vaginal.

Juguetes sexuales para usar solos o con parejas incluyen:

Tapón anal: se incrustan en el recto y se pueden combinar con otras formas de estimulación, como en el clítoris o penetración vaginal. Están disponibles en diversos materiales y pueden incluir vibración. También existen tapones diseñados para simular la impresión del sexo oral (juguetes de "rimming").

Masajeador de próstata: diseñados específicamente para masajear la próstata. Vienen en varios tamaños, materiales y niveles de grosor. Algunos tienen vibración y ofrecen estimulación simultánea en la base del pene, testículos y ano, dicha zona se la conoce como perineo.

Bola anal: consta de una cadena de bolas de varios tamaños unidas entre sí, diseñadas para introducirse y sacarse del recto de manera continua, según tus sensaciones. Existen de distintos materiales y pueden incluir vibración.

Dildos: también conocidos como consoladores en algunos lugares. Están disponibles en varios tamaños, materiales y formas. Hay dildos anales que se pueden usar con un arnés para actividades sexuales con una o varias personas. Si utilizas dildos u otros juguetes sexuales anales, confirma que tengan una base más ancha que el resto del juguete para prevenir que se queden atascados en el interior.

Si es la primera vez que adquieres un juguete sexual, puede resultar difícil elegir uno debido a la gran variedad de opciones. Sin embargo, aquí tienes algunas recomendaciones y consejos que podrían ser útiles.

En resumen, al igual que con cualquier forma de autoestimulación con sexo anal sola, experimentar con la estimulación anal puede ser una excelente manera de conocerte mejor, explorar nuevas sensaciones y simplemente disfrutar del placer. Ese es el objetivo principal. Además, si estás interesada(o), esta práctica también puede enriquecer tus futuras experiencias con parejas.

No obstante, es fundamental recordar que no estás obligada a hacerlo ni a disfrutarlo. Es completamente válido si no te agrada la estimulación anal ni la autoestimulación en general. No es necesario experimentar o intentar algo que no deseas, y definitivamente no debes hacerlo solo porque a tu/s pareja/s le/s guste. La decisión de qué, cómo, cuándo y con quién tener sexo anal es tuya exclusivamente.

Un último consejo importante: como se mencionó anteriormente, utiliza mucho lubricante. A diferencia de la vagina, el ano y el recto no producen lubricación natural, por lo que añadir lubricante adicional garantizará una experiencia más placentera. Y por supuesto, avanza a tu propio ritmo, sin apresurarte.

Recuerda que la experiencia no debería causar dolor. Si sientes dolor, puede ser debido a la falta de lubricación o a la velocidad con la que estás procediendo. Tómate el tiempo necesario para explorar lo que se siente bien y lo que no, ya que se trata únicamente de ti y de descubrir y disfrutar tu propio placer.

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