Guía para comprar lubricantes para el sexo anal

Los lubricantes para el sexo anal, ya sea en forma de líquido o gel, se emplea durante la actividad sexual para reducir la fricción y mejorar la experiencia placentera. El ámbito del sexo y el juego erótico, el uso de lubricante facilita el desarrollo de las actividades, al tiempo que contribuye a garantizar una práctica más segura al prevenir la irritación y las pequeñas lesiones que podrían aumentar el riesgo de contraer una infección de transmisión sexual (ITS).

¿En qué situaciones debería emplear lubricante?

En cualquier momento es apropiado utilizar lubricante. A pesar de que la vagina generalmente produce su propia lubricación, ocasionalmente puede requerir un impulso adicional, y no hay motivo para sentir vergüenza por ello. Por lo tanto, los lubricantes son un excelente complemento para las relaciones sexuales vaginales y anales.

En el caso del sexo anal, los lubricantes son esenciales para garantizar la comodidad y la seguridad. Aunque no es imprescindible utilizar lubricante durante el sexo oral, existen productos diseñados para este fin, los cuales algunos afirman que pueden intensificar el placer. Además, el lubricante puede ser útil durante la masturbación, ya sea en solitario o con una pareja, así como al utilizar juguetes sexuales.

¿Cuáles son los distintos tipos de lubricantes disponibles?

Los lubricantes a base de agua: son una elección frecuente y ampliamente disponible en farmacias y tiendas. Estos lubricantes vienen en una variedad de colores y sabores, pero se recomienda evitar aquellos con fragancias o ingredientes que generen calor, ya que podrían causar irritación o infecciones. Aunque son fáciles de limpiar, tienden a secarse rápidamente, lo que puede requerir su reaplicación durante la actividad sexual.

Aunque no son ideales para el sexo acuático, como en la ducha o la piscina, son seguros para utilizar con condones y juguetes sexuales de látex. Es importante destacar que, si uno utiliza un anillo anticonceptivo vaginal, este tipo de lubricante es el único recomendado, ya que otros tipos podrían dañar el anillo y aumentar el riesgo de embarazo.

Lubricantes de silicona: tienen una consistencia más densa y deslizante en comparación con los
lubricantes acuosos. Tienen una mayor durabilidad, aunque pueden ser algo más complicados de limpiar. Son compatibles con condones, pero no deben usarse con juguetes sexuales de látex, ya que podrían deteriorarlos.

Aceites lubricantes: Comprenden productos lubricantes disponibles en farmacias y tiendas, así
como aceites derivados de plantas (como el aceite de coco). Es importante destacar que los lubricantes a base de aceite no son adecuados para usar con condones de látex (aunque son compatibles con condones de nitrilo o poliuretano), ya que pueden dañar este tipo de condones, aumentando el riesgo de embarazo no deseado o transmisión de infecciones de transmisión sexual (ITS).

¿Se pueden encontrar lubricantes hechos en casa?

Por supuesto. A veces, puede que te encuentres en una situación en la que no tengas un lubricante a mano cuando las cosas se calientan. Si te encuentras en esta situación, ¿por qué no utilizar algo que ya tengas en tu hogar? Sin embargo, es crucial proceder con precaución si decides hacerlo de esta manera. Aunque existen ciertas sustancias que podrían funcionar como lubricante, como el aceite de coco, de oliva o el aceite de vitamina E, es importante tener en cuenta que estas opciones pueden provocar irritación o alergias en algunas personas. Además, no son compatibles con condones de látex.

¿Cómo puedo seleccionar el lubricante más adecuado para mí?

Con tantas opciones de lubricantes disponibles, ¿cómo puedo determinar cuál es el más apropiado para mis necesidades? Estos consejos pueden ayudarte a elegir los lubricantes para el sexo anal más adecuado para ti, teniendo en cuenta la ocasión y tus preferencias:

Considera el uso previsto. Reflexiona sobre el tipo de actividad sexual que realizarás. ¿Será un encuentro rápido o prolongado? ¿Planeas usar preservativos? ¿Necesitas una solución rápida?

Examina los ingredientes. Si eres alérgico a algún componente específico, es importante evitar lubricantes que lo contengan. En general, es recomendable evitar aquellos que contienen azúcares, ya que pueden provocar irritación o infección.

Realiza una prueba antes de su uso. Aplica una pequeña cantidad de lubricante en una zona menos sensible de tu cuerpo, como el interior del brazo o el muslo, para comprobar si te provoca alguna reacción alérgica antes de utilizarlo en tus genitales o ano.